martes, 30 de diciembre de 2008

LOS PUENTES DE AZUCAR.


TODO HOMBRE UN ARTISTA,
TODO ARTISTA UN CURADOR.
COLOMBIA Región… VERTIENTES II, INTER-CRUCES.
Por: Jorge Torres González* . Curador del Proyecto


LOS PUENTES DE AZÚCAR**



En Cuba y en Colombia, la caña de azúcar, el ron, la panela y la fiesta han sido fermento de la alegría latinoamericana, los bordes de azúcar en las copas, los mojitos cubanos, la heróica dulzura de los artistas y sus búsquedas, han necesitado plantaciones enteras de dulce ron, para emborrachar el cuerpo y navegar en el delirium de un carnaval eterno que huye del dolor y la injusticia social endémica en nuestra patria y aín sin vacuna conocida. Nuestra fiesta siempre ha sido la catarsis, cada limpia in-memorian es una renovación del cuerpo y del alma y, en cada noche en Barranquilla, Buenos Aires o La Habana hay una ola de locura y jolgorio, que ahoga o libera nuestra historia trágico-cómica y común.

Los artistas como posibilitadores, proponentes del discurso interactivo, multidisciplinar, vivo, aislado o unido a un mismo mundo, el mar de lo imposible o el arte de las reflexiones posibles. Bucear en “Occidente” en el mismo mar y tan cerca el uno del otro, en donde lo real ya no es representable en un acuario a lo Demian Hirst, la fuente de Duchamp o la sopa de Warholl, artistas líquidos o sólidos representantes del arte que solo representó.


Método de reproducción e imposición del ícono y el mito como arte.
Vivimos la realidad más dura, allí o aquí en esta tormenta o abismo con marea o calma nos encontrarnos en todos los niveles, arriba o abajo, en la superficie o en la arena de plástico con olas inventadas, en la cresta del presentimiento o en la profundidad del diluvio. En Cuba o en Colombia los creadores tienen similares expectativas o sueños y sus discursos se mueven en una mutua y extraña cercanía, Colombia convulsionada por una extraña guerra civil y Cuba convulsionada por una extraña y agridulce paz.

En Colombia casi todo es posible; en Cuba casi todo es igual, aunque parezca imposible, como dos puentes de azúcar, frágiles, dulces, atrayentes y seductores a la vez. Como queriendo decirle al escurridizo mundo del agua que nos circunda, no nos escaparemos o naufragaremos en nuestra propia historia, con deudas externas o embargos absurdos y crueles. Aquí o allá nos circundan los mismos mitos, tiburones, peligros o incendios (no apagar con agua de mar).

El Che, Borges, Lam, Márquez o Tiro Fijo hacen parte de una realidad que no podemos negar, el arte y la cultura en Cuba o en Colombia, no solo obedece a hechos paliativos o a la cultura del dolor, que se cura con el dolor trasmutado de la poética del arte, también esta el sueño y el absurdo de lo posible para lograr lo imposible. Los cubanos son, sin duda, los visionarios con más carisma del planeta, ya que están más que con vida, VIVOS y respirando como una multi-cultura de pulmones y branquias, casi anfibios o mutantes y son en verdad, de carne y hueso, no son creaciones de Walt Disney o Hollywood.

Así como la décima bienal de La Habana nos propone una profunda reflexión frente a la integración y la resistencia, de igual manera Vertientes II Inter-Cruces, Los Puentes de Azúcar crea vínculos y un respeto profundo para compartir nuestro mundo con un superviviente de la dignidad cultural en América Latina. Joseph Beuys advirtió que todos los hombres y mujeres podíamos crear y, nunca determinó unas coordenadas en Occidente, Oriente, América, África u Oceanía, él solo planteó un bosquejo o mapa conceptual que nos liberaría del yugo y la tiranía de una figura auto creada que señalara con voz divina quienes eran los artistas y quienes no. Ser curador es ser un filo-logos de las posibilidades y jamás se puede interferir en los procesos de creación del otro, a no ser que sea su propósito de hibridación inacabada en el artista y con su participación como puente que active la comunicación en el discurso.

Huir de allí o de aquí es igual, llegaremos al mismo lugar, la globalización no altera la conciencia de ser o de estar, somos de la misma especie y el arte se irá con nosotros. Esta investigación curatorial, en nuestro contexto obedece a una aguda mirada con soportes de crítica “constructiva”, sobre lo que somos y planteamos desde nuestros aportes a las artes plásticas y visuales contemporáneas. Algunos artistas con mayor reconocimiento y solvencia en sus argumentos, otros en pleno proceso de evolución e involución, pero todos sujetos a una búsqueda común, la necesidad de explorarnos y reconocernos en nuestro adentro como una sociedad inmersa en la cultura relacional e interactiva. Este grupo de colombianos y cubanos no competitivos, hacen parte del circuito que da legitimidad a nuestra historia particular.

Procesos artísticos en Bucaramanga-Colombia y en Santa Clara- Cuba, con trabajadores en constante movimiento y riesgo de naufragio, en dialógica comunión con un arte de propuestas dignas y dispuestas a intercambiar experiencias en la conciencia humana e intelectual del discurso plástico y visual latinoamericano.

La investigación local demandó una profunda revisión y reflexión, desde la conciencia misma de advertir que no estamos todos y, que nuestro rompecabezas se armará sin algunas partes, estos espacios vacíos ocuparán la reflexión y el respeto por la diversidad o la ausencia.

*Artista Plástico y Visual, participante.

**Vertientes II. Inter-Cruces, Los Puentes de Azúcar, fue creada, gestada y curada por Jaime Lizarazo Bautista y Jorge Torres González, en Bucaramanga-Colombia y, por la maestra Roxana Pineda, en Santa Clara-Cuba.




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